Rosario de Acuña nació en Madrid, 1 de noviembre de 1850.
Sus padres eran Felipe de Acuña y Solís y Dolores Villanueva
de Elices y ella era la heredera del título de duquesa de Acuña pero no llegó a
utilizarlo.
Era hija única y padecía una enfermedad que hacía que momentáneamente
perdiera la vista, hasta los 34 años que pudo operarse. Esta enfermedad
ocasionó que Rosario fuera criada en casa en vez de en el colegio de monjas,
por lo que sus únicos instructores fueron sus padres y creció con una pasión
por la historia que le fue inculcada por su padre cuando le leía historias. Pudo
viajar mucho por la península y por el extranjero. Vivió unos años en Roma con
su tío que era ministro español allí.
La primera obra que esta autora estrenó en el Teatro del
Circo, Madrid, se titulaba Rienzi el tribuno. La autora aun no había cumplido
los 35 cuando ésta, se estrenó. Críticos como Clarín o venerables dramaturgos
como José de Echegaray o Núñez de Arce, le dieron su aplauso y bendición, era
una obra que llamaba a la libertad y su autora era, ¡una mujer!
Dos meses después de su triunfo teatral contrajo matrimonio
con Rafael de la Iglesia y Auset que era teniente de la Infantería. Este matrimonio
no funcionó muy bien y puesto a que el le había sido infiel, decidió abandonarlo,
algo que estaba muy mal visto en España.
Otro suceso muy impactante fue la muerte de su padre en 1883.
Corona Morató Cecchini
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